27.3.08

Gray cloud

Se supone que hoy me tocaba hacer todas esas cosas agradables que dejo pendientes para los jueves, día de asueto. Hoy me despertaría sólo un poco tarde, organizaría mis libros por materia, saldría a hacer la compra y comería fuera; regresaría a tiempo para enseñar a Xim a usar el feisbuc y después, seguro, ver una peli o algo.

Pero no pasó. Esto del adulto nomás no se me está dando muy fácil... Y total, que otra vez (la tercera en esta semana) fueron 3 horas de sueño, interrumpido de pronto, dos horas de vigilia y luego poder recuperar el sueño perdido. Me desperté a las 12 del día y ya no me inflé (como pastel).

No me he arreglado, no he comido, no nada. Un jueves a la basura. Voy a comer y al super. Regreso y me pongo a arreglar el desastre que está a punto de ser —otra vez— mi casa. Chale... el eterno reto en mi vida es, entonces, recuperar el equilibrio (ya lo encontré, pero vez tras vez me salgo de ahí, guac).

Díganme, por favor, que los terapeutas hacen precio por paquete... ja.

La nota contradictoria es que esta semana estoy feliz porque ya viene mi sobrina, la esperadísima nena de Janos... algo adelantada, pero ya está a punto, a puntísimo de llegar. Eso me alegra, y supongo que otras cosas podrían hacerlo también. Pero por ahorita estoy frustrada, enojada y otras muchas cosas raras que ya no estaba acostumbrada a estar conmigo misma...

Ah, y dediqué una hora a por fin, activar mi banco en línea. Ya después de haber perdido todo (ya saben: login, contraseña, números de seguridad, todo) la atención telefónica me salvó el pellejo y por fin, por fin, después de 6 meses de haber empezado los trámites, ¡ya puedo ver mis saldos en línea! (ah, y recibir notificaciones a mi cel cuando haya un movimiento en mi cuenta, como ¡DEPÓSITOS! ¡Vientos!)

Chale, sí, estoy gris. Espero que en unos días mi energía y cansancio se nivelen... estoy empezando a extrañarme a mí misma.

23.3.08

2 o 3 cosas sin decir...

(de esas que se traga una por puro politeness)

1. No, niña, no. Si no has podido hacerte cargo de un hijo... tampoco te vas a poder hacer cargo de un hijo y un perro.

2. ¡Claro que su mamá tiene vela en el entierro! No importa qué tan loca esté... pero si es ella la que cuida al bebé... pues seguro que ella terminará cuidando al perro...

3. Sí, niña. Los hombres lo huelen, literalmente. Se llama desamparo. Claro que los que lo huelen son siempre inadecuados...

Y ya.

18.3.08

Shiva

Es uno de mis principios básicos —reinterpretado del hinduismo—: hay que terminar con las cosas para reconstruirlas cíclicamente. Eso es lo que hace que el universo se mantenga en marcha, lo que evita que todos seamos grises y aburridos y siempre iguales (¡y que hueva! ¿no?). Después de el mesecito de desestabilización que supusieron una serie de cosas (amenaza de patearnos el trasero en la maestría, regresar a chambear con la Agencia del Mal, roomie en crisis, R con una neura insoportable, mi casa cayéndose a pedazos, etcétera, etcétera) ahorita, en las vacaciones, estoy aprovechando la segunda parte de este ciclo: descanso en serio, tiempo para organizar mi casa, mi necesidad de disciplina desde dentro, Xim en un plan mucho más compañera y menos huésped, R... bueno, él es él y en mí no está cambiarlo, sólo conocer sus ciclos.

Por primera vez desde que me mudé, mi departamento es un espacio habitable, ¿cuándo lo inauguramos? Aguanta organizar una comidita, una tarde de películas, una fiesta modesta (el edificio es chiquito y los vecinos "ya son grandes", ja) o algo así. Estoy muy orgullosa de la forma que tomó mi espacio...

Eso de la "disciplina desde dentro" es una cosa que siempre me ha costado trabajo. Digamos que tengo potencial para la malcriadez, para no hacer cosas, para dejar que alguien más haga lo que yo no quiero hacer (normalmente tiene que ver con eso de las labores domésticas). Mi principal reto cuando decidí independizarme era ése, y ha seguido siéndolo durante los años que llevo en esto de vivir por mi cuenta. Así, el asunto de "tender la cama diario", que es un logro de adolescente, es mi principal prueba de que estoy mejorando a estas alturas de mi vida... Bueno, mientras ocurra antes de los 30, todo bien.

and now, for something completely different... después de recibir yet again otra llamada de promoción para la señora No-Sé-Quién (anterior dueña del número, supongo), decidí darme de alta en el Registro Público de Consumidores y en el REUS (que es lo mismo pero para bancos y cosas financieras). Si todo sale bien, en un mes no podrán volver a llamarme para pendejadas durante los próximos 2 años; si es cierto, serán los 5 minutos (en total, entre los dos registros) mejor invertidos de este año... ¡Creo que vale la pena probarlo!

10.3.08

Hacerse cargo.

Hay pocas certezas en la vida. Una de ellas es que nos vamos a morir; otra es que todo está destinado a cambiar. Mi último par de semanas se ha ido en comprender (y ayudar a alguien más a comprender) esto.

De pronto, para variar, me miro en el espejo y descubro que la persona que está ahí, enfrente de mí, vestida con mi ropa, usando esos anteojos de pasta rojos, que tiene 20 kilos de más que no le sientan para nada, que vive en un departamento minúsculo que está tendiendo demasiado al caos... pues no es otra más que yo.

También Xim, mi hermana y roomate, se está enfrentando a cambios fuertes. En su caso no es la madurez, sino la maduración: la muerte de su mentor, con todas las preguntas que eso conlleva: ¿creo en la vida después de la muerte? ¿Qué es la fe? ¿Cómo le hago para seguir viva cuando la gente se puede morir? Lo mismo nos ha pasado a todos, creo. Así que esta semana ha sido de mucho llorar para las dos, ella por su tristeza —Luke Skywalker superando la desaparición de Obi Wan— y yo porque siento su dolor y para ayudarla o al menos acompañarla hurgo mucho en mis propios dolores... No es fácil crecer. Lo bueno es que sabemos que nos tenemos la una a la otra (o al menos eso creemos).

¿Cómo le hacemos para tener fe en algo? La única respuesta que encontré fue que la fe es un esfuerzo de la voluntad, igualito que el amor. Nos gusta creer, lo necesitamos. Sé que ella tiene fe, y que no la perderá pero tendrá que cambiarla, aprender a vivir con sus ausencias, etcétera.

Yo, cortesía de ambos asuntos, estoy enfrenándome a la entrada de lleno a la vida adulta. Ay, sí, horror, ese momento lleno de decisiones trascendentes, como empezar a organizar mi vida diaria; como hacerme cargo —por fin— de mi departamento; como asumir de una buena y estúpida vez por todas que este lugar en el que estoy no es un "mientras" sino un "ahora". Llevo 6 meses haciendo de cuenta que al término de mi contrato mi vida podría cambiar y tendría que salir de aquí por una razón en específico... Pero eso se ve lejos, y sinceramente tampoco tengo antojo de mudarme. Así pues, tengo que estar hasta los codos en este lugar: mi lugar. Creo que este fin de semana por fin lo sentí así.

Además, mis padres por fin decidieron desmontar lo que fue mi habitación, y montar ahí una oficina para mi señorpadre.net; aunque yo fui la primera que insistió en ello, hoy que me enfrenté con esa realidad —de pronto ya no era más mi espacio, sino una peculiar mezcolanza de mi exhabitación y la oficina de mi padre— debo admitir que sentí que ahora sí, el viaje hacia la vida adulta no tiene vuelta de hoja. Hace como un año les devolví las llaves de la casa, y ahora ya no hay una "recámara de Coppelia" en la cual refugiarme (recuerdo cuando terminamos El Volador y yo, que me reporté enferma y me quedé allá a que "mi mamá me mime" en vez de irme a mi casa y luego a trabajar). Buen cierre de mi tercera década en este planeta...

Hay otras zonas de mi vida en las que parece que habrá cambios. No lo sé. Como ya dije, hay pocas certezas en la vida: lo demás es fe y hay que saber cómo asumirla... No sé si estoy triste, o sólo en espera. Lo que sí sé es que las horas se hacen días, pero el único modo de enfrentarlas es tomándolas como vienen y luchando por organizar mi vida. ¿Cómo es que he perdido el control sobre de mí durante tanto tiempo? ¿Dónde dejé mi famosa fuerza de voluntad? ¿A qué renuncié? ¿Cuándo?

Prometo que las preguntas las contestaré sobre la marcha. Por el momento, el reto es fuerte: estructurar mis días y mis noches. Saber que mi vida es mía. Que mis decisiones y mis espacios son míos. Que soy fuerte. Que soy libre. Que me tengo a mí. Que también tengo a ese selecto grupo de personas (¿pessoas? ¿gente?) en quienes he depositado mi fe y me han correspondido poniendo algo de su fe en mí. Que puedo hacerme cargo. Mantener a raya mis neurosis y mi ansiedad, durante los próximos 5 minutos cada vez. Que pase lo que pase, la vida sigue. Tomarme un día a la vez. Seguir intentando alcanzar esa meta (tal vez ridícula , pero no me importa ahora) de ser feliz aquí y ahora. Regresar a terapia en el corto plazo, ahora sí, tomándomela en serio, y ahora sí con un(a) terapeuta que no hable de futbol...

Suena como si fuera mucho, pero ya dije: un día a la vez.

P.D. Medusa me envió un contrato de cesión de derechos para publicar uno de mis artículos en un libro de recopilación de semblanzas. Me ofreció una moneda de plata. Pensé: "Si Judas vendió a Jesús por 30, 1 por 'Alicia' no está mal". Dije que sí. Ya les platicaré.

5.3.08

Post adeudado

Le debo este post a uno de mis alumnos, "El Barbas" (juro que él así se autodenomina... tengo otra alumna que me cae re bien y que se autonombra Satán). En algún momento de la clase de Estadística, les comenté que si seguían diciendo tonterías, iban a terminar en mi blog, que a ese paso se estaban volviendo una fuente invaluable de material. Eso, en lugar de espantar al susodicho, le resultó de lo más divertido, y ahora inclusive quiere la dirección para presumir sus "frases célebres".

De cualquier manera, y aunque no soy una mujer de palabra, me gustan tanto que las postearé:

Frase 1: "Mi maestra de la primaria decía: 'Daniel, si no te aprendes las tablas de multiplicar, no vas a llegar a ningún lado'. ¡Que me viera ahora! ¡Segundo cuatrimestre! In her face!"

Frase 2: "¡Hoooola, Coppelia! ¿Me extrañaste?" (respuesta sarcástica a cargo de su servidora) "No finjas, seguro que el fin de semana, aunque sea un ratito, te preguntaste: '¿Qué estará haciendo mi alumno, el barboncito ese chistoso?' (carcajadas generales)."

Frase 3: "Ah, yo no soy exfumador: yo soy un fumador retirado"

¿A poco no lo aman?