3.11.08

Bridezilla atacks!!

Ya estoy de regreso. Fui a una boda el fin de semana, en la que de pronto parecía que me iba a resultar terrible, pero acabó siendo una tarde muy divertida con amigos distintos a los de siempre. Bridezilla atacó en Cuernavaca, y la verdad es que desde la llegada a las 2.30 am a la casa del tío de mi amiga, después de perdernos y de descubrir que acá la brillante de mí olvidó el teléfono en el DF, no augurábamos un fin de semana muy brillante. Gracias a Cina, al Conf, al Dr. Vitamini, al Cachucho mayor, su simpática acompañante y a la capacidad que tenemos R y yo para el relajo, no lo fue.

En realidad nos reímos mucho, bailamos algo, caminé descalza en la fiesta de jardín, clavé un cuchillo en la tierra —haciendo gala de mis supersticiones—, superamos el ataque de Bridezilla con relativamente pocas bajas y nos dimos el lujo de ir a comer el domingo a Tepoztlán.

Uno de mis temas recurrentes es la divergencia que hay entre mis amigos de antes y mi yo de ahora. Diría el tío R (que no mi R): "juntarme con los amigos de mi edad me deprime... sólo hablan del pasado... Por eso me junto con ustedes". Pues así, pero 30 años antes que el tío, he descubierto que la gente con la que conviví durante la universidad es la misma. Yo ya no. Y en vez de azotarme, actué en consecuencia. Tuvimos un fin de semana agotador, pero maravilloso.

Bridezilla fue la última de mis amigas de esos tiempos que planea casarse, y lo hizo por todo lo alto (ahí se ganó el apodito). YA saben: LA iglesia, EL jardín, EN PROVINCIA, lista de regalos en todas las tiendas, triple RSVP, "no quiero recuerditos en mi boda", "la peinadora llegó tarde y yo me fui", "escojo mis padrinos y madrinas, los uniformo y luego no los dejo opinar respecto a ningún detalle" (por ejemplo, Cina era madrina de ramo... y no vio el ramo nunca. Yo le dije: "será de gerberas naranjas". Le atiné). Uf.

Lo bueno fue que después de toda su histeria, parece que al final disfrutó mucho su festejo. Al fin y al cabo, "It's my party and I'll cry if I want to". Yo, lo admito, vi toda la boda con una cierta especial cara. Me puse más cariñosa con R. Al final, le dije por qué:

"Gracias por aceptar compartir tu vida conmigo sin necesidad de tanto show".

Sí, hoy estoy feliz.

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