30.12.06

Balance de caja.

Podría volver a hacer mi balanza de comprobación, pero para eso ya está el fotolog. Lo que no dije ahí fue que, aunque el balance es altamente positivo (ah, ya terminado el periodo fiscal a revisar) la verdad llegar hasta este punto en el que ahora estoy tuvo bastante mierda de por medio.

Primero: abrir y cerrar de ojos en el blog. De pronto toparme con lo divertido que podía resultar tener lectores, y luego descubrir que pueden ser tiránicos, weirdos, o simplemente peculiares. Todavía me cuestiono a veces haber tomado la decisión de cerrar bitter, pero neta, cuando entre mis cuates empezaron los madrazos con respecto a posturas políticas y de ahí pasaban a meterse con asuntos personales... pues mejor me derivé como constante cuando x tiende a 0.

Otro punto pinche fue ése: la política. Ni los políticos ni los votantes hemos alcanzado un nivel decente de competición. Tan malo el pinto como el colorado, los fans de unos y de otros gritándose de extremo a extremo "pinches nacos" y "pinches riquillos", con extremos tan absurdos como el taxista que le dijo a la secretaria de donde trabajaba entonces "es que a ustedes los ricos les vale madre", o los cuatro o cinco cuates que tenía y que de pronto dejaron de hablar de otra cosa que no fuera política. Y si no estabas en su bando, pues adiós... y como yo no estaba en el bando de ellos (en el de ninguno, realmente) pues me tocó hacerme a un lado.

Éste ha sido uno de los años más pinches de mi vida en cuestión amorosa. Mi puerto seguro contra la desolación no sólo se fue de jesuita, sino que antes de hacerlo tuvo a bien enamorarse de una mujer que no era yo, y decírmelo. Esa ruptura/partida de madre tuvo como consecuencia enamorarme del primero que apareció, y ese fue el buen hombre de los aviones. El problema fue que él estaba más dañado que yo en eso de las situaciones amorosas, que en realidad no estaba de cabeza por mí y que en un par de meses se iba del país con rumbo a Europa. En el proceso de truene con él y las tensiones que eso lleva, dejé que se colara por una rendija un intruso molesto, que al principio parecía interesante y terminó siendo de lo peorcito que me ha pasado: medio psicótico, feo, tenía mi vida más resuelta que yo y que la suya. Ugh.

Por supuesto, después de eso, al loquero. No ha estado tan mal, al menos no me ha empastillado y eso ya es mucho decir considerando lo inestable que he estado en los últimos 6 meses. Ah, porque ese sería el otro punto profundamente no bueno... Yo que soy tan todo-lo-puedo, "tengo todo bajo control" etcétera, me he enfrentado a un año donde la única constante, como Heráclito decía, es el cambio. Cambio de trabajo, de corazón, de amigos, de coche, de blog y flog y hasta de inquilinos (ahora tengo a la Galleta horrible).

Dentro de los cambios, dejar caer dos idealizaciones (usando un término muy de mi loquero). No, la gente no es perfecta. Este año me demostró que dos o tres de esas personas que representaban todo para mí en realidad no son más que seres humanos, con defectos, pies de barro y limitaciones, just like me and everyone else. Duele mucho cuando los ídolos se caen, vaya que sí. Ver a la gente como es en realidad y no como siempre la quisiste es un madrazo en la nuca. Los dos más dolorosos fueron los que más tiempo tenían, of course.

Para retomar la crisis amorosa, me ha tocado la maldición de SorJuanita: "Al que ingrato me deja, busco amante/amante busco al que me deja ingrato" (o algo así). A principios de año besarme con un niño lindo por el que no sentía nada nadita. Luego la GRAN partida de madre. Luego, conseguirme un acosador al que todavía hace 2 meses tenía que repeler con gases lacrimógenos. Después, el volador. Luego el psicótico. Luego reencontrar al tipo que me gustaba en la universidad y salirme con la mía, y seducirlo suficiente como para una cita y múltiples besos... y quedarme enamorada mientras que él tenía novia y se desaparecía de mi vida con esa misma facilidad con la que regresó. Y pelearme con él cada que hace un connato de reaparición. Y reaparece el de principios de año y sigo sin sentir nada que no sea ternurita. Y salgo con un hombre hecho y derecho, y no puedo evitar pensar "le doy 2 meses".

Así. Eso y que ya no podré ir a Europa el próximo año por andar cambiándome de trabajo (lo cual generó un horrendo déficit de circulante) sería el resumen de mis desgracias.

Eso es lo negativo. Lo positivo es que estoy feliz, que pese a los múltiples altibajos el balance de años es más que positivo, que gané algunos amigos super increíbles que espero sean de por vida, que retomé amistades que había suspendido, que empecé a dar clases por fin y ha sido mucho mejor de lo que imaginé, que en este último mes me veo al espejo y la mujer que encuentro ahí me gusta mucho. Ah, y que cumplí 28 y estoy orgullosa de estarme acercando a los 30 con tanto garbo y gracia. Que si el anuncio de Buchanan's me lanza la pregunta, mi respuesta es "No. Soy mucho mejor". Que estoy recobrando la seguridad en mí misma, que ha dejado de ser un fingimiento para volverse realidad. Todavía me cuesta trabajo, pero no soy obra terminada ni planeo serlo (si me termino, me muero).

Lista para enfrentar el 2007 con lo que traiga. Ropa roja, para llamar al amor. Si no llega en forma de pareja, que siga estando en forma de amigos, de familia, de proyectos increíbles, de mis clases y mis fotos y la música... pero que siempre esté presente.