21.6.09

Razones para marchar.

Una persona me comentó: "¿Vas a la marcha porque eres gay? ¿Entonces, por qué marchas?"

Marcho porque creo que el respeto a lo distinto es esencial para que esta sociedad funcione. Marcho porque me parece terrible discriminar o juzgar a la gente por sus conductas privadas. Marcho porque tengo familiares y amigos y alumnos y compañeros muy queridos que representan, por sí solos, buenas razones para ser acompañados.

No marcho por moda, ni sólo por pertenecer a una asociación civil cuya misión dice "reconocer, apreciar y valorar las diferencias humanas". No marcho porque sea gay ni porque me encante disfrazarme y ver gente disfrazada (aunque también, algo hay de eso, ja). Marcho porque estoy orgullosa de ser distinta, una persona única (al igual que todo el mundo). Marcho para demostrar que el asunto no es tolerar, sino respetar y convivir (la tolerancia tiene algo de distancia, algo de "asquito" que me suena fatal: tolero que existas, siempre que estés lejos y no te me acerques y no te vea y no te huela). Marcho porque estoy a favor de una sociedad formada de todos, quienes sean y como sean. Marcho hombro a hombro con mis amigos, mis parientes, con aquellos que no vienen pero que también apoyan esta idea. Marcho para demostrar que la discriminación apesta rancio.

Marcho, en definitiva, para celebrar que se han abierto espacios; para protestar porque aún no son suficientes; para demostrar que todos estamos en el mismo barco; para abrazar real y metafóricamente a aquellos que quiero y que han peleado miles de batallas diarias en todos los frentes por su derecho a ser distintos. Marcho para que lo ganado no se pierda.

Hoy caminamos por Reforma, R y L y A y V y E y N y EA y P y P y yo y otro montón de gente más. Lo que nos unía (nos une) es todo lo de arriba. Gays o no, con amigos o sin ellos, con familiares o sin ellos: marcho por tu derecho y el mío a ser lo que somos. Me parece suficiente razón para caminar...