17.1.08

Raconteur

Ahora sí. Al menos, el recuento.

Durante la cena de Navidad, mi tío el de las fiestas de disfraces alocadas hizo como de terapeuta de grupo (finalmente a eso se dedicó durante un tiempo, y en realidad lo hace muy bien) y decidió sentarse con mis primos y conmigo, para después hacernos preguntas sobre nuestras visiones de vida y demás; una cosa sabrosa, pues. También nos hizo la siempre gustada pregunta "¿Qué fue lo mejor y lo peor del año que está por terminar?". Hubo respuestas de todo tipo, desde mis primos los más chavitos que han tenido un año difícil, hasta mi primhermana roomie, la optimista, que en realidad sólo halló 'buenos'.

Para mí, como para buen adulto, la respuesta se complicó. No hubo 'buenos' separados de 'malos' con bendita obviedad:

1. Me corrieron (así, gacho, aunque no tan gacho como ya verán) de mi anterior departamento. Eso originó que encontrara yo un departamento no tan grande, pero en mejor estado, más cerca de la universidad y sin alfombra por todos lados, con gas estacionario de ese de medidores individuales (¿alguien recuerda mis semanas de baño con agua fría porque el gas no pasaba?)

2. Cuando se originó la mudanza, mi tía decidió que a este lugar tan chiquito ella no se venía y me dejó sola por primera vez en 2 años. A raíz de eso, mi primhermana se volvió mi vecina de habitación, yo hice por primera vez un contrato de arrendamiento a mi nombre y tuve que asumir que ahora el 'adulto responsable' soy yo. Además, me ahorré la lanzada que le dieron por no salirse a tiempo del anterior depto (yep, lanzaron sus cosas... un mes después de que yo me salí).

3. Además, ahora tengo un menaje de casa completito que es mío y a mi gusto: comedor, sala, libreros, una estufita, alacenas que sólo tienen mis trastes y mi despensa. Mi espacio (compartido).

4. Duré 6 meses sobreviviendo con sueldo de profesora principiante, porque en mi anterior centro de trabajo decidieron no volverme a hablar. Gracias a esa decisión, aprendí a vivir con gastos recortados, a administrar mejor mis tarjetas de crédito, conseguí dos ofertas de trabajo muy buenas, desmitifiqué a LA AGENCIA y ahora tengo un trabajo estable como freelance para la Agencia fantasma, en donde estoy trabajando muy a gusto, gracias.

5. Además, comprendí que dar clases es mi prioridad, antes que enriquecerme enormemente trabajando para otra agencia, o que ganar fama, fortuna y prestigio.

6. Encontré a R (o R me encontró a mí). Eso me causa una felicidad grande, y también derrames biliares, contentos súbitos, enojos megatónicos, ternurita, tedio, emoción y todas esas cosas que pueda generar ese asunto de empezar a compartir el espacio con alguien, y con miras a hacerlo durante al menos 10 años (con refrendos sucesivos abiertos). Emparejarme ha sido fuente de estrés, alegría, desesperación y angustia y emoción y paz y todo. Es muy raro y al mismo tiempo muy agradable.

7. R trajo aparejado un universo de gente nueva, diferente, maravillosa (casi todos, jaja). De ahí están saliendo nuevos amigos que al parecer estarán aquí longtemps (al menos una de ellos ya es bien importante en este relajo que tengo de existencia). Lo que se siente cabrón es descubrir que tengo más en común con los amigos que empiezo a conocer, que con aquellos a quienes conocí hace 11 años y con los que de pronto ya tengo tan poco en común... Con sus honrosas excepciones, me llegó la fecha de saber que la gente cambia y el tipo de cariño que le tienes también.

8. Empecé la maestría en Diseño Creativo Digital, por fin. El lado digital me tiene medio sin cuidado, pero el lado de diseño... uf. Espero terminar el próximo año y por fin poder decir que soy MDC en vez de decir que soy LAE. Eso (que es bueno) hizo que el fin del año pasado fuera más estresante que de costumbre, con maestría los sábados y clases y agencia y R entre semana (y R también los fines de semana).

9. Ah, y esas ocupaciones (agencia, R, depto, universidad, maestría) son muy satisfactorias. Pero me quitan tiempo para ver a la gente que quiero. Mi familia ya lo resintió mucho (y yo resiento ese resentimiento y me he vuelto mucho más loner) y yo extraño mucho a mis amigas que hasta hace un año veía con una regularidad brutal de al menos una vez a la semana (o que comíamos diario juntas, por ejemplo). Entonces, siento que he crecido pero también que quiero acercarme de nuevo a mis amigas y que es mi obligación hacerme un espacio para ellas.

10. Bueno de a madres: gracias a R y sus amistades raras, nos cayó un proyecto... en pleno fin de año. Escribimos un librito a 2 manos (3 si contamos que M nos ayudó en nuestra hora de necesidad, con todo y que también andaba como lurias), sobre una de nuestras pasiones en la vida (comer) y fuimos muy felices. El único inconveniente fue el tiraje reducidísimo y que no 'circulará', sino que la asociación que lo pidió lo regalará a sus agremiados... así que sólo tenemos 2 ejemplares. No llegué a los 30 sin escribir mi primer libro... Y con R... Ahora sólo nos falta plantar el árbol... El hijo puede esperar, bien, gracias ;).

En fin, que ese es un buen recuento del narrador (raconteur) y un buen resumen de mi 2007. El 2008 pinta bien, o al menos eso espero. Sé que traerá sorpresas y maravillas y dolores y quebraderos de cabeza y emociones. Así es la vida, o al menos la mía, y me encanta.

Todavía faltan más aventuras, pero esas después. Ahora debo ir a la regadera, al banco, al mercadito y a la Agencia fantasma, en ese orden...

16.1.08

Y de regreso...

No, todavía no. Sigo iniciando semestre y sobreviviendo al fin de año. Juro que tengo muchas cosas que platicar, pero las tengo que organizar (lo sé, lo sé). Y prometo noticias interesantes respecto al lanzamiento de algunos proyectitos, ya verán...

Pero tengan paciencia. Mañana en la mañana seguro que tendré tiempo de organizar mi cabeza como Ganesha desearía (con ideas de elefante, I guess) y de contar al menos parte de mis peripecias en el fin de año y en el inicio de este (sin incluir la faringoamigdalitis)