1.10.08

Guadalajara, primer mes, proyectos y otras azotadeces.

Fui y vine de Guadalajara, y todo bien, sólo que muy cansado: eso de que te tengan en el avión 4 horas en vez de una no se lo recomiendo a nadie... Y es que resultó que no podíamos aterrizar porque "hay un bache de 7 metros en la pista de aterrizaje" ¿¡Qué!? Nos llevaron a Vallarta, cargaron el tanque del avión y nos volvieron a regresar a Gdl sin pena ni gloria, pero hechos chilaquil, acalorados y cansados de tanto estar sentados. Uf. Ya lo demás fue lo de menos, aunque ni tiempo hubo para echar una torta ahogada, o visitar las famosas Karnes Garibaldi que tanto me gustaron la vez pasada... En fin.

R y yo nos hemos dado cuenta de que sobrevivir al primer mes juntos fue mas fácil de lo que parecía, aunque haya mucha ropa que lavar (es mi máximo descubrimiento de casada: los maridos ensucian mucha ropa, jaja). Tengo un montón de trabajo en la Agencia Fantasma, estoy preparando dos reportes que tengo que entregar esta semana (uno más interesante que el otro, pero no les voy a decir cuál es cuál). También estamos tratando de echar a andar un proyecto más, aunque el que anda mucho más en eso es R (yo nomás lo miro y lo escucho y aporto una idea de vez en cuando). Esperamos que jale, ya ven que eso de inventar cosas andamos muy buenos, pero como lo de la ejecución requiere tiempo, siempre es ahí donde nos atoramos.

La nota divertida la puso, para variar, la maestría. Resulta que ya me asignaron proyecto de primer parcial en mi materia favorita: construir un personaje en materiales textiles o con textura, y crear un pequeño cortometraje con él (again, sin usar palabras). Yo, por supuesto, fascinada con la idea: "Voy a hacer un títere" me digo; en ese momento me cae el veinte de que la ex de R, justo antes de que terminaran, decidió dejar atrás su profesión para dedicarse... ¡a titiritera! Se podrán imaginar mis carcajadas. Nadie en el salón entendía qué pedo conmigo, pero a mí me parecía comiquísimo. Total, que ya le advertí a R que en este mes, en cuanto termine con la chamba, me voy a poner a hacer títeres, así que mejor que se vaya preparando psicológicamente... Ah, qué risa.

La familia ya va bajándole al azote. Espero que en un par de meses ya pueda yo decir "ya están de pelos", pero supongo que eso de la hija arrejuntada casi por sorpresa no es nada fácil para una familia bien del extraño mundo conocido como Satelandia (ja). Hoy, por lo pronto, fuimos a cenar los dos con mi apá y con mi carnal, y todo estuvo bien, bastante divertido, de hecho. Mi hermano es un botarate muy chistoso, y hoy de plano me encantó verlo en estado de "le voy a llevar bisquets" y "ya vámonos que quedé de estar temprano en su casa". Uiuiuiuiuuuuuiiiiuuuuu...

Extraño escribir opiniones, inquietudes o temas trascendentes. Últimamente mi vida cotidiana le quita energía a ese asunto de cavilar con llamas incluidas. La gran ventaja es que ahora sí, ya tengo tiempo de leer, y lo estoy retomando con gran energía. En lo que va del mes, he empezado 4 libros en absoluto desorden:

  • El amor en los tiempos del cólera, que me leí completo, por fin, en Guadalajara (de eso sí me dio tiempo)
  • La dimensión oculta, de Edward T. Hall (que está buenísimo en el asunto de teoría del comportamiento... hasta miedito da, jeje)
  • Ícaro, de Sergio Pitol (es una antología, y trae textos que ya han salido en otros lados... pero igual es una joya y no estuvo nada caro)
  • De eso se trata, de Juan Villoro (son ensayos literarios... A Juan hay que leerlo, no hay de otra. Es como tener un amigo que no te conoce pero te platica como si te conociera. Lo amo, soy su fan y ya me inscribí al círculo de lectura de "Dios es redondo" nomás por disfrutar de otros fanáticos del fucho y/o de Villoro)


  • En fin. Hasta ahí mi vida. Lo demás es silencio...

    1 comentario:

    IZ dijo...

    Te juro que si no fuera por julia y nicole (mis perras) y por estas malditas ronchas, yo me lo quedaría. Lo amé. Saliendo de veterinario lo envolvimos como taco y lo amé más. Luego posteo más fotos.

    Si sabes de algún amante de los gatos, porfa pásale el dato. Debo confesar que en el mundo perruno si le sé, pero en el gatuno estoy tan perdida, que pensé que se comían la arena de su arenero. A ese nivel.

    Bueno, me voy a hacer un par de cosas de chamba también. Espero que ese cafè no nos lo debamos eternamente.

    Un abrazo, buena semana.

    I