22.9.08

Me voy de viaje...

... les encargo el changarro (y al chaparro, ja). No le abran a nadie. Si pasa algo digno de mención en Guardalajarra, les aviso, aunque dudo que con el horario maravilloso tengamos algo que contar que no sea estrictamente laboral...

Además, estoy preparando mi tarea de la maestría: una exposición, sin palabras, sobre mi concepto de belleza. ¿Dónde dejé mis pinturas de payaso?

Ah... y avanzar con la tesis... ¡Qué mello!

18.9.08

Todo cambia

Siento como si tuviera meses sin actualizar. La verdad es que no hace ni un mes, pero han pasado muchas cosas en el intermedio... como ya les conté, R. y yo estamos en la aventura de vivir juntos y no sacarnos los ojos en el intento; los gatos andan más o menos en lo mismo y la mudanza, definitivamente, ha podido más que nuestros esfuerzos (ja). Bueno, en ese sentido R. va mejor que yo: ya se construyó un librerito de pared a pared, ya lo retacamos de libros, ya hizo razzia de aquellos que podían conseguir un nuevo hogar... Yo todavía tengo mi despacho vuelto bodega, lleno de cajas y bolsas de triques que más bien hay que procurar dejar cerradas y enviarlas directo a algún otro lado. Miedo.

Además, seamos realistas: mis familiares no están muy contentos con mi decisión, así que ha sido cosa de mediar un poco, alejarse otro poco, agarrar el genstein (genial invento de aquellos ayeres, el descubrimiento del "gen judío" que nos debería de valer el Nobel, jajajaja) y por lo tanto ahogarme en mis culpas y decir "debería..." y luego recordarme que "debería" ni madres... Que ya habíamos hablado de ese "los quiero mucho, pero mi vida es mi vida" y que eso es cierto, que yo soy yo. Diría mi terapeuta (ya sueno como mi exjefa, ja) "Tu eres tu propio anhelo, el de nadie más". Y pues sí.

La verdad es que la cosa va bien en el asunto nueva casa, nueva pareja y 2 gatos. La maestría vuelve a empezar el próximo sábado, así que ya se me acabaron los fines de semana de dormir. He prometido que estos dos últimos cuatrimestres tengo que llegar a clase de 7 de la mañana, así que tendré que hacer milagros para despertarme. De todos modos, si me organizo adecuadamente, seguro que podré con todo (ese es mi leit-motif eterno, jeje).

El trabajo en marcha, aunque me deben todo el dinero del mundo en la Agencia Fantasma. El próximo martes vuelvo a salir de viaje por trabajo por primera vez en algo así como 2 años (el último fue éste). Aunque será sólo una noche fuera, de entrada por salida, me emociona la idea. Ya veremos si no me envían sin pagarme y sin viáticos, que eso sí sería terrible... ¡Ya, por piedad! ¡Alguien avísele al doctor que la gente no puede vivir diamorrr!

Y ya. Al menos en lo privado.

Del lado público (que desde que este blog inició ha sido dejado sistemáticamente afuera, porque ese es el sentido de este espacio). No puedo dejar de comentar la tristeza y la angustia que me produce todo el asunto de Morelia. No sólo porque una de mis mejores amigas sea de allá, sino por todo lo que implica para la gente común, para los "ciudadanos de a pie". Por el clima que genera.

Hago eco de Lippmann: "Donde todos piensan lo mismo, ninguno está pensando mucho". Yo, por lo pronto, prefiero no pensar. Y no quiero entrar en discusiones de política, gracias. Sólo un minuto de silencio por lo que fue y ya no será.