9.10.06

Digame, licenciado...

El mercado laboral ha cambiado mucho. Mucho muchísimo... Se acabaron los trabajos que puedes ejercer durante 40 años hasta que te jubilas y entonces la pensión te sirve para mantenerte. En primera, qué hueva estar en el mismo lugar tanto tiempo, viendo las mismas paredes, las mismas caras, el mismo entorno. En segunda, los entornos ya no dan para que te establezcas y te dediques a engordar (como banquero de caricatura). En tercera, las empresas ya no quieren pagar por la experiencia, cuando pueden tener a un chavito que hace lo mismo que tú y tus otros dos colegas han venido haciendo los últimos 5 años por la mitad de tu sueldo.

Así las cosas, quedan pocas opciones (eso lo digo yo, futura gurú del coaching empresarial y la consultoría):
1. dedicarte a esperar que te lleguen los 35 años (momento en el que todas las empresas te darán por muerto viviente) y suicidarte entonces,
2. esforzarte por conseguir uno de esos trabajos que ya no existen y hacer todo lo humana e inhumanamente posible por conservarlo (aún si esto incluye labores humillantes, reducciones de sueldo, lamer pisos o culos, etc)
3. dedicarte a crear tus oportunidades de empleo, independizándote de las empresas y aunque ello implique dedicarte al comercio hormiga
4. dejar de tomarte la "carrera de ratas" tan en serio y hacer de todo para ganar dinero, sin esperar que se te reconozca públicamente por ello.

Yo opté por la 3. Mi hermano Z-nat es el ser más admirable de la semana, porque él, como ya mencioné, ha decidido salirse de la carrera de ratas. Ahora tiene una carrera lucrativa, que le requiere poco esfuerzo, donde se divierte como enano y ha adquirido reconocimiento de al menos un cliente transnacional: SOY HERMANA DE LA BOTARGA DEL PILLSBURY DOUGHBOY.

Mi madre está que se infarta con su "Licenciado Botarga": Pero ¿cómo? ¡Si tú estudiaste la licenciatura! ¿Qué van a decir los vecinos?. Mi padre ya ni comenta nada, tan convencido como está desde siempre de que mi hermano es un caso perdido. Yo se lo dije a lo largo de todo el domingo (and I meant it): Estoy orgullosísima de él. En un día como botarga transnacional gana más o menos lo que ganaba en una semana como encargado de personal en una oficina aburridísima. Además, baila, asusta niños, pide helados y hace el pasito de Cuauhtémoc Blanco, todo enfundado en un esponjoso disfraz. Sus clientes quedaron muy contentos con su trabajo, probablemente si vuelve a haber un evento en donde usen la botarga lo vuelvan a llamar...

Ese es el secreto. Yo decidí que la única forma de empleo que me conviene es el autoempleo, porque estar encerrada en una oficina me entristece sobremanera; mejor trabajo en proyectos sin futuro y me esfuerzo en reaprender cómo trabajar para seguir haciendo lo que acostumbro hacer para ganar dinero. Cuando me quejo de que Quino me quiere tener en la oficina todo el día, mi madre dice ansiosa y con los ojitos brillantes: "¡Que te contrate!". ¡Si yo lo que quiero es no volver a pasar una semana entera encerrada en una oficina que no sea la mía propia! Exactamente lo que nunca podrá entender mi parentela (bueno, mi hermano más o menos... él lo que no entiende es por qué no me he ido a trabajar de botarga, y en el fondo sospecho que tiene razón).

Por eso, ahora, ¡Dígame, Licenciado Botarga!

Seguro que él me contestará: "¡Lacaaaaayooo, mi zapato!"

Me gusta nuestra capacidad de adaptarnos a un medio para el que no hay adaptación...

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