26.10.06

Lecturas.

Leyendo. Para variar, más bien releo. Estoy en uno de esos momentos en los que quiero pedirle a un libro que me hable y me cuente lo que yo ya sé. La primera vez que leí éste, me asombró lo mucho que decía de mí, de mi relación con alguien. Supliqué por un final diferente al del libro. Trabajé por él. Ahora lo releo y descubro que la diferencia está, pero no en el personaje que yo hubiese querido.

Me aterra ver las coincidencias.

Me aterra pensar en ese exacto final, en ver cómo algo que fue tan imponente, tan deslumbrante, de pronto se vuelve nada. Que eso que parecía ser un eje se transforma sólo en un punto lejano, algo que fue y ya no será. Algo tan grande que se autodestuye porque no puede sostenerse por sí mismo.

La diferencia es que yo he dejado de esperar y de desear y de creer en el epicentro. Al menos en ése. Igual me enoja y me entristece, todo en uno.

hoy ya se cumplió un año sin. Merde

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