19.10.06

Jueves por la tarde.

Pues... mis clientes del mal se dieron por desaparecidos. Lo bueno es que eso ya me permitió ir a entregar mi ridículum a varias universidades. No, si bastaba ver las caras de quienes sí se tomaron la molestia de entrevistarme para saber que ya encontré lo mío. En una me dijeron que mi problema es no tener la maestría (y no pienso solucionar eso en el próximo año y medio), en otra me dijeron que mi problema es la falta de experiencia docente, en una más ni me dijeron nada, sólo me recibieron el cv y dijeron que se lo harían llegar a las personas indicadas...

La escuela que más pospuse fue precisamente la de hoy. Es la que queda más descaradamente cerca de mi casa, la que me gustaba desde el nombre, la que tiene carreras rarísimas. Y hoy a mediodía me fui a meter allá, currículum en mano.

Desde que empezamos a platicar, parece que la escuela necesita justo lo que yo puedo ofrecer, y que yo quiero justo lo que esta escuela puede darme. Total, que tal vez de regalo de cumpleaños me llamen para regalarme una o dos materias, y me hace enormemente feliz.

Ya me pagaron el finiquito también. Más que suficiente para sobrevivir durante mes y medio. Los libros, however, tendrán que esperar un rato. No más gastar $1000 en libros en una sentada, y menos mientras todavía le debo a la tarjeta...

Le he ayudado a mi amiga a buscar hotel. Mi secreto deseo es que se quede en el FA Grand Chapultepec, pero si desayunamos en el Camino Real no me quejaré, jaja.

Así han progresado mis quejas desde el martes. Y me duele la cabeza, ahora. Pero poquito...