30.8.07

Expediente Jacinto

Pues la mudanza estaba a todo vapor (dizque). Todo en cajas, el actual departamento parece zona de guerra, el futuro ya tiene instalada la chapa por mi propia mano, algunas cajas y un par de triques que ya me llevé y coloqué para que pareciera más casa y menos caja de zapatos...

En eso estábamos cuando el desmejoramiento de Jacinto se hizo demasiado preocupante. Ya llevaba un par de semanas adelgazando, y jurábamos que era el estrés de la mudanza; pero cuando el gatito gordito deja de comer, es que hay algo más de fondo. Cuando dejó de ronronear sí me angustié horrores.

Total que el lunes anduve en juntas de trabajo todo el día, pero ya el martes no dejé pasar más tiempo y fuimos a dar al veterinario de confianza. Pruebas de sangre, una noche de preocupación y los resultados ayer: gato severamente intoxicado por problemas en el riñón y el hígado.

Chale, qué angustia...

Mi exgordo favorito (ahora gato huesudo) está en su segundo día de tratamiento. En la veterinaria lo tienen con suero y medicamentos intravenosos, y ya cuando terminan me lo regresan para que coma y duerma en casita.

Antier se veía fatal... ayer mal... hoy amaneció de mucho mejor humor, ánimo y con más resistencia a ir al veterinario. Eso es una buena señal.

Ahora, antes de que me lo regresen, es hora de conseguir al electricista para tener luz en mi nueva casa.


(todo va solucionándose, pues)

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