13.8.07

De mudanzas y disfraces

De disfraces

Pues el disfraz siempre fue de maestro de ceremonias. Heme aquí:



La fiesta fue divertida, pese a que R Hyde fue (eso no es lo malo) y le dio un telele neurótico-agotamientoso de espanto (eso sí es lo malo), que me llevó de regreso a mis peores ratos de cuidar a A. durante las fiestas familiares porque "se sentía mal" (creo que estar rodeado de gente lo ponía mal, jiji). Por supuesto, no fue una noche fácil, y una mañana siguiente complicada, pero creo que después de hablar y hablar y hablar dejamos claros nuestros puntos y esa "confrontación" parece haber ayudado a que se diera cuenta de que llevaba deprimido más de lo que cree...

De mudanzas

La vida de adulto no es sencilla (creo). Lo bueno es que si algo te da la vida es tiempo para que practiques; si no te sale a la primera esto de ser niña grande siempre te van a volver a atorar, y así en algún momento tendrás que dar el paso a la adultez (es regla).

En fin, que lo de arriba viene a cuento porque voy a iniciar el gran paso decisivo en esto de volverme adulto: mudarme con contrato a mi nombre a un departamento que será más mi responsabilidad que de nadie más. La mudanza incluirá:

1. Tres libreros llenos (y los libros que no tienen lugar)
2. Dos gatos
3. Doscientos treinta y ocho discos compactos (neh, no los conté, pero suena bien)
4. Una cantidad estúpida de libretas
5. Una cantidad aún más estúpida de fotocopias
6. 45 vasos de vidrio
7. Un chingo de ropa
8. Más o menos la misma cantidad de zapatos

Además, habrá que comprar una estufa (Wal Mart a meses sin intereses, o Viana en efectivo, dependerá del precio), contratar la luz, mudar el teléfono y las cuentas. Probablemente ahora sí cambie mi credencial para votar al DeFectuoso... ay, qué miedo.

En un par de días me dicen si el departamento que me encantó puede transformarse en nuestra nueva casa (la de Jacinto, Galleta y mía) o si tengo que empezar a buscar otro sitio en donde vivir.

Lo crítico es que mi tía está queriendo quedarse aquí... pero yo ya dije "me vale" y "me voy". Eso me dejará sin cierta cantidad de dinero, y tendrá que encontrar soluciones rápidas. Confío sobre todo en que se de cuenta de que por separado no podemos tener un espacio propio, y que por lo tanto moverse es sólo el principio de un nuevo viaje.

Las mudanzas también tienen que ver con cambios de vida. Abrí los brazos y dejé ir a una persona que significó mucho para mí durante un cierto tiempo de nuestras vidas. Extraño a las que éramos, no a las que seríamos. Las que somos no saben estar juntas. El viernes dije: "¿deveras?" y me respondí "sí, deveras". Y solté lo que quedaba y me despedí con gusto de la nostalgia. Ni pex.

Siguen siendo años interesantes en mi vida: muchas cosas se definen, me he liberado de mis últimos secretos en este mes, me busco y me encuentro. Dos gatos, una casa, nuestra cama individual, un sofa cama, mi prima como huésped recurrente de los lunes y los miércoles a partir de ya casi...

Lo que descubro me gusta. Lo que se va no hace falta. Lo que se queda es lo bueno. Sigo adelante.

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