3.8.07

¡¡El disfraz!!

Charros bailarines (de sombrero y en patines). Mi adoradísimo tío Vic organizó una fiesta de disfraces a la cual nos invitó desde hace varias semanas. Admito que me emociona horrores, sobre todo porque si hay algo que me encanta en esta vida es disfrazarme. Sí, soy una ridícula, y qué. Tengo dos pelucas de colores, una boa de plumas, es más, mucha de mi ropa tiene ese espíritu de "¿qué impresión quiero causar hoy?"

Estaba así de alborotada, cuando de pronto R Jekyll nos abandonó y apareció R Hyde. "Me cagan las fiestas de disfraces, son una pérdida de tiempo y dinero, eso de disfrazarse es una estupidez" (repitan conmigo: glup). Bueno, que haciendo de tripitas corazón (y recogiendo los pedacitos de mi algo trizado ego, y de mi algo más roto entusiasmo, y etcétera) le dije amablemente (y conste que lo hice MUY amablemente) que si prefería no ir, que no fuera, que no importaba; igual como Vic es mi tío no andaré sola, estará mi familia: ¡yipiti yei! (léase con el leve dejo de sarcasmo del caso). Chale. Adiós a mi eterna ilusión de ponerme disfraz a juego en una fiesta de disfraces (les advertí que soy una ridícula). Y yo que además soy niña actriz y etcétera. Pobre R, que mal le fue en la tómbola...

Cuando recibimos la invitación, de inmediato la compartí con Paola, mi superheroína de cabecera. Por supuesto que ella se entusiasmó tanto como yo, o al menos me siguió la corriente: "¡Desde que estaba en la primaria y hacían festivales de primavera que no me disfrazo! ¡Sí, vamos!" bueno, puf, qué alivio, deveras que sí. ¿De qué nos vamos a disfrazar? No, pues ni idea, al fin que hay tiempo. Además, no sólo es de disfraces: es temática. ¿Qué cuál es el tema? Sé lo que quieras ser. Demasiada filosofía para dos semanas de gastritis...

Las conversaciones de sobremesa con mis parientes en las últimas dos semanas han girado en torno a los disfraces: mi señorpadre.net será un senador romano (yo se lo propuse); mi hermano usará el de Beetlejuice de la fiesta de Halloween del año pasado, mi prima Xim será Morticia, mi mamá se entercó en ir de monja, aunque todos insistíamos en que hiciera combo con su hermana inseparable (la mamá de Xim) y se disfrazaran de la Guayaba y la Tostada, o de Faustina y Ernestina (famosos personajes interpretados por Anabel y María Alicia Delgado... esta última lo retomó para Alz y Heimer). Creo que ya todos tienen su disfraz...

Pues se nos ha venido el tiempo encima. La fiesta es este sábado... Han pasado tantas cosas que con Paola no he hablado desde el martes (y todo parece indicar que se ensamblará un disfraz de apache), R Hyde ahora me dice que si va (en el remotísimo caso de que así ocurra) estará disfrazado de Contador Público, que es lo mismo que disfrazarse de Psicópata Asesino (porque todos parecen gente normal) y yo... ¡NO TENGO DISFRAZ!

Chale, así como lo oyen. Ya estoy harta de vestirme de flapper de los años 20 (por más que eso me haya granjeado fans en la fiesta de Día de Brujas del año pasado), mi disfraz de Chaplin no funciona sin mi corte de pelo de hace 3 años, Alexander de Large en versión de pelo negro no refleja lo que quiero ser en lo absoluto, y mucho menos mi vestuario militar que sirve más bien para salir de campamento... panic attack... Agréguenle que mi tío ha solicitado mis servicios como Maestra de Ceremonias para el Concurso de disfraces (aaaaaaaaaaagh). Me quiero volver chango (y no en disfraz).

¿Qué quiero ser? No sé, aunque mañana, entre clase de 7-10 am y clase de 5-8 pm deberé conseguir un disfraz barato en renta. Espero no terminar con un disfraz choteadisimo, como de adelita, de charro, de simio o de personaje de película (a menos que sea una chida). Ahora, si tengo suerte, estos son 10 disfraces que podría ponerme (sin ningún orden específico):

  1. Odalisca (panzona)
  2. Princesa medieval
  3. Caballero del siglo XVII (casi XVIII, pero sin pelucón blanco)
  4. Maestro de ceremonias de circo (obvio)
  5. Chica ye-ye
  6. Flowerchild (Hippie, pues... pero no sé andar descalza)
  7. Ama de casa de los 50
  8. Mafalda (pero no tiene chiste)
  9. Artista de circo (ya saben: trajecito de lentejuelas, faldita corta, todo muy shiny, coleta restirada, mucha diamantina en la cara y una gran sonrisa)
  10. Oooooooooooootra vez, de Colombina (aunque los recuerdos me fastidian)
¿Y si en vez de disfrazarme de Colombina ahora me visto de Canio? Jijiji. ¡Deséenme suerte!

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