9.5.08

Derviche

No sé si ya lo había comentado acá en el blog, pero tengo una severa fijación con el sufismo desde mi más tierna infancia. Para explicarles qué es, les podría poner el link de la wikipedia, pero qué flojerita me da... aparte, explicarlo sin tanto rollo es tarea que da para muchos posts y pues no es el caso. Si alguien quiere una introducción descafeinada y algo liberal sobre la "filosofía" detrás de este asunto, mejor vea la peli "Camino a la felicidad". Ya luego que la vean me dicen...

La nota importante es que llegué a conocer el sufismo por culpa de sus cuentos: de niña yo leía lo que se atravesara, y si tenía cara de cuento, pues con más ganas. Por ejemplo: a los 6 años ya había leído las fábulas de Esopo, las de Samaniego y por supuesto que me seguí de corrido con las de Monterroso (el grado de desajuste neuronal que eso produce lo discutiremos después). Así mero fue que se me atravesó "La inimitable sutileza del maestro Nasrudin", que está ilustrado, aparte, por el mismo cuate que dibujaba a la Pantera Rosa... Después de eso, me seguí con "El caballo mágico" y "Sabiduría de los idiotas". No siempre le entendía a los cuentos, pero después de divertirme con la historia, algunos me dejaban ideas muy interesantes para masticar.

Sobre derviches y sufís no planeo extenderme más, pero son la introducción necesaria para hablar de lo que yo quería: el miércoles pasado (mi último miércoles libre, snif snif, sob sob) fui a ver una obra de teatro a la que le traía ganas desde hace meses. Se llama igual que el post, por supuesto. Y sí, está basada en una serie de cuentos de sufíes "para incomodar a los convencionales".

Tenía mucho que no hacía una catarsis tan intensa en el teatro. Creo que desde que descubrimos aquello del "síndrome de Eponine" mientras veíamos "Los miserables" (y ni así fue tan intenso, ja). Total, que no sólo tiene una escenografía grandiosa con un piso de textura ornamentada á-la islam y focos que suben y bajan para simular lo imaginable y lo no tanto (desde un elevador hasta un palacio, pasando por el mar y un barco y...), también tiene 5 actores que hacen de todo a la vez; en especial una, Erika de la Llave, que inventa cada personaje nuevo con un cambio de entonación en la voz. Pero las historias... y el derviche...

Pues nada, que después de haber llorado como la Magdalena, y haberme asombrado, y reído, la recomiendo harto. Si a alguien le emociona la idea, le quedan dos o tres miércoles para ir a las 8 de la noche a la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque (ahí atrás del Auditorio Nacional). Va a estar hasta el 28 de mayo...

P.D. (ahora sí, francamente pendeja): Durante la mañana del domingo, en el largo proceso de que R. se despierte: "Para comunicarse contigo en este estado se necesita ser medio medium... Medio-medium debe ser como un cuartum". Lo que más me gusta es que no pueda defenderse de mis chistes...

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola. te ando rastreando, y alos otros de mas de cien motivos que me dejaron picada y ya les valio. no escribieron mas. yo tengo un blog tambien y nacio hace un mes, masomenos esta puber. pero a ver si pasas y te gusta.

http://dialogoscotidianos.uber.com