3.7.08

Botica.

Siempre hay dos posibilidades al escribir un post: hacer un esfuerzo y escribir sobre cosas trascendentes —como las ideas que se me están ocurriendo para la tesis de maestría, o mi último y más reciente análisis social con formato "hay 2 tipos de personas..."— o bien escribir lo primero que se me ocurre. Esta última opción es la que gana casi siempre. Hoy no será la excepción, y como casi siempre que tengo muchas cosas en la cabeza, acabaré haciendo un "post con subtítulos". Por eso el título fue botica, para que haya de todo...

Ya tápenme con periódico...
A ver si maduro. Jaja. En realidad esto viene porque acabo de regresar de la terapeuta (normalmente estaría en clase, pero hubo coctel y me fugué) y fue de lo que hablé. Qué bruto. No saben qué nivel de catarsis y el tamaño del 20 que me cayó... Obviamente no les transcribiré mi terapia pero me basta con decir que esta mujer es la neta del planeta... Y que sí, tengo mucho trabajo por hacer conmigo. Uf.

Compras varias
Sí, soy una fanática absoluta de las rebajas. Eso quiere decir que en esta época me desato (y a finales de diciembre igual...) y soy enormemente feliz. A la fecha, la lista incluye:

  • un tapete negro, peludo, de Zara Home ($99)
  • un mantel tipo hindú para mi mesa adorada del comedor, de Zara Home ($199)
  • un juego de aretes y collar "sencillo pero elegante", en Liverpool ($79) (La super ganga de la tarde)
  • un par de zapatos Keds rarísimos y cómodos, en Liverpool ($350) (con 50% de descuento, después de una rebaja... tuve que dejar otros tacones morados, de 199 pesos, porque no había de mi número)
  • un sombrero rojo de paja hermoso, en Liverpool ($230)

  • El sombrero, en realidad, lo había visto al inicio de la temporada, cuando acompañé a una amiga a buscar traje de baño para irse de viaje... Nos había encantado pero pensé que no tenía sentido comprarlo... Claro que mi perspectiva cambió cuando lo ví con 40% de descuento. Falta ver qué más se me pega en estos días...

    los treinta...
    se aproximan a toda velocidad. Ahora resulta que compré mis anticonceptivos de cajón... y luego mi complemento vitamínico (por aquello de los olvidos y distracciones y tics y etcétera)... y luego unas pastillas de esas mágicas por aquello de que mis piernas "duelen, arden, se hinchan y molestan" ( y que mi papá y mi difunta abuela paterna padecen de várices)... y juro, juro que lo único que me vino a la cabeza fue "Cumples 30 en diciembre, ¿verdad?". Como amablemente dice R., "ya venció la garantía". Snif.

    Malabares
    En dos sentidos. Como si no tuviera suficiente chamba, los amigos con los que hicimos el libro en diciembre nos invitaron a otro proyecto por nuestra cuenta, que no tiene que ver con libros pero sí con obsesiones compartidas por los 4 y otros más. Por supuesto que no tengo tiempo. Por supuesto les dije que sí. Ahora ya no tengo "tiempo libre", sólo "ratos libres". Espero que eso mejore en un año, jajaja.

    Lo de malabares también es mi nuevo hobbie: estoy tratando de aprender a malabarear pelotitas, como ejercicio disciplinario para las neuronas. Total, si ya hago malabares con 168 horas en una semana, la escuela, la maestría, la Agencia fantasma, R., amigos y familia, ¿por qué no iba a poder con dos manos izquierdas y un par de pelotas?

    Reencuentros
    Con dos personas importantes, cada una a su manera. La primera, mi mentora. Fue mi jefa durante una temporada más o menos larga, y de eso a transformarse en mi profesora de diseño favorita y amiga hubo poco trecho... pues bien, el domingo pasado comimos con ella, y fue tan divertido que me dio gusto retomar esa temporada de vino, comida, café, libros y música y arte y muchas risas. Total, que ya quedamos de repetir la hazaña, ojalá que con cierta frecuencia.

    El segundo reencuentro fue con... ¡El Granadino!. El otro día, haciendo gala de mi educación vial, dejé pasar a un chico en la Condesa. Resultó que era mi excompañerito de oficina, que tanto me hacía reír a principios de este blog... Aunque ahora que lo busqué, su única mención es cuando nos cambiaron de lugar en la exoficina. Total, que éramos compañeritos de caballeriza, y nos pasábamos los días muertos de risa, nos gustaba la misma música y creo que fue de las pocas personas que hicieron mi estancia en la Agencia del Mal un poco más amable. Pues resulta que ya se salió de ahí, que está trabajando en otro sitio como director de área y que ya le ofrecí mis servicios para lo que necesite (siempre que sea freelance, ja) o sólo para salir a echar unas cervezas. Vamos, que es un tío simpático...

    Y creo que ya es todo lo que había que decir...

    1 comentario:

    Unknown dijo...

    Coppelia: "... malabares con un par de pelotas? ..."

    Pues tienes que mejorar la tarea de todas las noches con tu señor...

    JAJAJA !!!
    JAJAJA !!!