19.9.06

Mudanza premudanza.

Ah. Ahora resulta que no sé cuanto tiempo más dure en la oficina, pero por lo pronto ya me hicieron prepararme para cambiarme de escritorio. Al Granadino y a mí nos acaban de avisar que el feliz rinconcito en el que habitábamos necesita ser desocupado a la brevedad, porque lo transformarán en una oficina.

Por lo pronto, todos nos preguntamos a quién chivos le asignarán la nueva oficina, porque el siguiente jerárquico de Mi Argentino Adoptivo es, precisamente, El Granadino. A lo mejor le avisan que es suya cuando hayan terminado de armarla, pero por lo pronto ya estamos con clima de chisme, sobre todo porque mi apreciado compañero de escritorio es un cotilla de marca "¿A quién irán a traer? Porque mira que las cosas acá andan como un poco raras, ¿no?". Yo, por lo pronto, ya pasé mis libros a su nueva casa, aunque me da no sé qué saber que en menos de un mes me los llevaré pa' siempre de aquí.

Además... resulta que H, uno de los colegas itinerantes (como yo lo seré en cosa de semanas, máximo), vino a trabajar, escogió una silla para instalarse... se echó para atrás... y se vino abajo cuan corto es, en medio de un estrépito impresionante al cual siguieron sus carcajadas. Caray, eso es lo que le admiro. Trabajar con él es fantástico, tiene mucho sentido del humor, nada es terrible, todo fluye... Nunca arma problemas y sus entregas siempre son puntuales y eficientes. Ni demasiado texto, ni plantillas imposibles de leer pero espectaculares, ni... Soy fan, aunque como no es escandaloso luego ni se acuerdan de que existe.

Así las cosas.

En otras quejas. Como si T no tuviese suficiente con su depresión (que el sábado me tiró encima como si ella fuese una paca de heno y yo un burro de carga) hoy por la mañana atropelló a un perro y se dio a la fuga y luego llamó para que la "apapachara" mentalmente. El problema fue que me despertó con la llamada, y que además no soy la persona más empática del universo. Menos cuando el individuo en cuestión se regodea en esa bonita filosofía de "apesto".... Me costó un trabajal convencerme de decirle lo que necesitaba oír, porque al fin y al cabo para eso soy su amiga, y ella también ha estado ahí cuando mis depresiones...

Soy experta en depresiones de amigas, pero hay dos categorías: está mi favorita, con la que sé lidiar porque me pasa seguido, esa de "lo que me está pasando ahorita apesta porque estoy haciendo cosas y estoy segura de que debería poder con más o debería poder más con lo que puedo y siento como que se me viene encima y ya no sé qué pedo" (o sea depresión por actividad) y esta la otra, la de T, la que detesto porque se limita al "apesto". ¿Cómo le ayudas a alguien que está convencido de que apesta, y que no es por sus circunstancias ni por nada sino que simplemente nada le queda, le gusta, la anima?

Tengo otra onda en lo personal con T (y creo que es algo que se está generalizando en torno suyo y contribuyendo a la depre), pero eso será motivo de mi siguiente post.

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