5.11.07

Gente que se roba ideas...

Pues efectivamente, mi abogado me mandó por un tubo. Siendo así, va el chisme completo:

Me dio por googlear a uno de mis odios pertinaces. Para mayores señas, a mi exjefa Medusa, la directora y dueña de "prestigiada revista de cultura light". Quería saber si mi lista seguía siendo una de las primeras coincidencias de su nombre. Bueno, pues resultó ser la segunda... la primera era un artículo que publicó en la revista de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación (amai) hace como un año... (y que pueden leer aquí)

El artículo en sí no sería problema, si no fuera porque toda la primera parte se "basa" (es un decir, en realidad es un resumen del estilo que mis alumnos sacarían de un libro que no han leído) en un artículo que yo escribí para la revista Algarabía —que ella dirige—, 4 números antes de empezar a trabajar para ella. O sea, que alegremente decidió que el material que yo había enviado como colaboraración voluntaria y no pagada para su revista, se había transformado en material de su propiedad por el que se puede atribuir créditos y no citar a la fuente original...

Hasta donde yo me quedé, el derecho de publicación que ellos tenían era:
1. para el artículo completo
2. con la redacción que yo aprobé
3. dentro de la revista Algarabía
4. publicado con mi nombre

Ahora resulta que no sólo me tuve que tragar el hecho de tener que publicar bajo pseudónimos mientras formé parte del staff, para "que no parezca que toda la revista la escribimos las mismas personas" (y entonces mis felicitaciones se las quedaban Beatriz Williams de la Torre, María Magdalena Buenrostro Hernández —que ni se apellidaba Buenrostro, pero a la dueña no le gustaban los apellidos normalitos—, Ariadna del Paso y otros...) sino que, según me dice mi abogado de cabecera, tengo que resignarme a que la doctora en lingüística que decía que yo era una facha y poca cosa ahora agarre mis materiales, les quite pedazos y se los acredite.

Según el Lic, las leyes de derecho de autor en México son una mugre, y el proceso legal sería laaaaargo y costoso. Que puede tardar hasta 10 años, y mientras tanto ella puede hacer mil truquitos para evitar el pago. Así pues, que debería de sentarme y ver como Doña Medusa se apaña las ideas de otros (no creo que mi caso sea el único, carajo).

Pues... como lo único que tengo en mis manos es este blog, escribo mi testimonial:

No envíen colaboraciones a la revista Algarabía, o háganlos firmar un papelito en donde quede BIEN claro qué con los derechos de su texto.

Da mucho coraje que se atribuyan el trabajo de uno...

2 comentarios:

Salvador Fabela dijo...

Ta madre...Pinche gente. Lo peor es que te tragas todo el coraje sin poder hacer nada ¡Ya sé! ¿Qué tal si atacamos su coche con bombas molotov en un semáforo?

Si te animas me avisas, jijijiji.

¡Abrazote!

RoxXx dijo...

Vudú... esa es la respuesta!!! Ja, o que tal enviar mails masivos para boicotear la revista.
Salud!
Roxxxy